locos

Si me echáis de menos por los Arrozales, tal vez esté pasando un rato en la biblioteca. No os olvidéis de pasar por mi otro blog. ¿No me digas que te da miedo asomarte al psiquiátrico?. Pues no sabes lo que te pierdes, porque todas mis hermosas locuras están por allí, flotando como fantasmas. Prometo que te daré ningún electroshock, a menos que me lo pidas, claro. Sé valiente y pulsa sobre el lindo gatito, vamos, ¿a qué esperas …?

La Paradoja del Loco.

Cuando era pequeña, estaba un poco obsesionada con el hecho de estar loca, si lo estaba o no. Mi abuela, sabia mujer, me decía para tranquilizarme que los locos no saben que están locos, si piensas que estás loco, entonces estás cuerdo. Y yo me quedaba tan tranquila el tiempo que dura en pasar una mosca, que es el que tardo yo en asociar una idea con cinco más. Me decía a mi misma (porque yo hablaba conmigo misma, por eso creía que estaba loca; dicen que locos hablan solos, pero yo me respondía) «tu crees que estás loca, entonces estás cuerda, pero como sabes que si aceptas la locura no lo estás, entonces sí lo estás» . Y así empezaba con la interminable Paradoja del Loco, que como la del tebano mentiroso no tiene solución lógica. Por suerte inventaron la bipolaridad, así puedo decir que estoy loca y cuerda al mismo tiempo.

Lo que si sé es que los locos abrimos los caminos que los sabios andarán. Alguien lo dijo y no sé si estaba loco. Pero si tu has entrado a esta biblioteca … ¿no deberías cuestionarte tu salud mental?

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